INTRODUCCIÓN AL ESTUDIO DE “SES NOU CASES”
1.—Concepto. Se conoce tradición al mente en Mallorca por “Nueve
Casas” (Ses Nou Cases) al grupo que se tiene por más escogido de entre
las familias de la alta nobleza isleña. Este concepto, que vemos reflejado
en algunas expresiones populares, pretende tener un origen remoto
y fabuloso, ligando las Nou Cases al repartiment. Según esta tradición
los miembros del grupo descenderían de los beneficiados por Jaime I
con cada una de las nueve partes en que —siempre según la misma
tradición— fue repartida la Isla.1 Como es obvio, esta leyenda no puede
resistir a la más elemental crítica histórica. Pero no por ello hay razones
para negar (como de hecho se viene haciendo) un origen histórico
a este grupo nobiliario.
2.—Origen. Parece que el primer autor que habla del origen de
las Nou Cases es Don Buenaventura Serra y Ferragut en sus Recreaciones
Eruditas. Ahí narra como, una vez acabada la Guerra de Sucesión,
el comandante general marqués de Casafnerte, castellano, reunió
en una “merienda” a cierto número de aristócratas mallorquines y les
aconsejó que formasen “un género de alianza entre sí”.2 Esta opinión de
Serra respecto del origen de las Nou Cases la repitieron después Lluis
de Vilafranea,3 Bover y Pascual,5 disfrutando contra lo que se puede
1 El archiduque Luis Salvador de Hanbsburgo-Lorena, por su parte, afirma
que el origen de las Nou Cuses se remonta al siglo XVI (Las Baleares descritas
por la palabra y el grabado. Mallorca, parte general, Palma, 1963, p. 166). Nosotros
pensamos, en relación con lo que este erudito investigador opinaba, que
lo que se dio en el siglo XVI fué una fuerte reafirmación de las costumbres endogámicas
en el grupo noble mallorquín, según parece desprenderse de los trabajos
que se están realizando en la actualidad. Esta endogamia se irá concretizando
a un número cada vez menor de familias conforme transcurre el tiempo
hasta llegar a mediados del siglo XVIII, cénit de la cerrarán de la aristocracia
isleña frente a otros grupos sociales. El mismo Archiduque era de la opinión de
que los miembros de las Non Cases solo “casaban fuera del grupo si era para entroncar
con familias de rango superior” (peninsulares de fado).
2 Buenaventura Serra y Feragut, Op. cit, t.” XIV, p. 238.
3 Misceláneas, t.° IV, p. 111 (Biblioteca Vivot).
* Misceláneas, t.° 14-3. IV. 1861 (Biblioteca B. March Servera).
5 Misceláneas, t.° IV, p. 611 (Archivo del Reino de Mallorca).
38fi AÍNA LE-SENNE – 1′, D E MONTANER
creer de fuertes visos de autenticidad* En cuanto al número de nueve,
no viene este cifrado por el de individuos que pactasen la alianza sino
por el de casas a que pertenecían. La lista más antigua que hemos encontrado
pertenece a la primera generación de miembros del grupo
e incluye las de Zaforteza, Veri, Sureda, Sureda de Sant Marti, Berga,
Cotoner, Salas, Damero y Togores.7
3.—Características, La primera característica que presenta el grupo
es su formación con base en la endogamia. Las famibas que lo integran
se hallan fuertemente emparentados entre sí tal y como se desprende
del esquema que incluimos (Apéndice 5). Es muy posible que Casafuerte,
teniendo en cuenta esta circunstancia, decidiese institucionalizar
aquí un modo de agrupación elitista como de derecho se conocía en diversos
lugares de la Península. Cabe preguntarse ahora cual pudiese
haber sido el móvil que impulsase tal interés, y en este sentido se
pueden proponer, bien diferenciados, motivos dependientes de los dos
diferentes interesados en la cuestión, i. e, del grupo noble y del representante
del gobierno
a).—Un grupo noble intentaría mediante semejante alianza formal
(y una serie de condiciones normativas emanadas de ella)8 monopolizar
para sus integrantes el desempeño de los más relevantes cargos
políticos, que de hecho ya acaparaban, para así controlar como grupo el
gobierno de la res publica. Por otra parte, existiría una cuestión de índole
económica. Posiblemente las familias que pactaron eran en aquel
momento las más poderosas socio-económicamente hablando,9 lo que
no quiere decir que por su sangre fuesen efectivamente más ilustres que
otras.10 Mediante el refuerzo formal de las alianzas endógamas se buscaría,
normalmente, impedir que sus haciendas se desparramasen.
6 P. de Mon tañer Alonso, La consjriración filipina mallorquína de 1711.
Tesis de Licenciatura, Palma, 1976, pp. 239 ss. Citamos por el ejemplar depositado
en el Departamento de Historia Moderna y Contemporánea de la Facultad
de Filosofía y Letras de Palma.
7 Apéndice 1.
8 En el apéndice 2 reproducimos un documento que puede dar ¡dea de los
extremos a que llegaría la aplicación de los compromisos pactados.
9 ¿Serán miembros de este grupo aquellos ocho ti diz sujetos que siendo caballeros
de Ordenes Militares causaban al rehuir el pago de derechos que la carga
de gabelas la padeciese más fuertemente el pueblo pobríssirno en extremo, según
un informe sobre caballeros de hábito de 1717? Sobre esta cuestión, cfr. P. de
Montaner Alonso, thes. cit., p. 21 y s,
1 0 Acierta el Archiduque Luis Salvador (loe. eíf.) al decir que en un principio
esas casas no serian quizás las primeras del pais “pero por sus enlaces mantuvieron
siempre su rango casándose entre ellos para evitar toda disminución de su
nobleza”.
INTRODUCCIÓN AL ESTUDIO DE “SES NOU CASES 3S7
b.)—Desde el punto de vista del gobierno, interesaría ante todo
que la levantisca alta nobleza mallorquína se agrupase bajo los auspicios
del representante filipista. El peligro de un alzamiento carolíno
quedaría muy mitigado dado que la mayor parte de los miembros del
grupo provendrían de la facción botifleur.u Por otra parte, el refuerzo
de las alianzas por vínculo familiar dotaría a todos de intereses comunes
y a todos se beneficiaría con cargos políticos, como de hecbo así fue,
sin distinción de antiguos partidismos. De este modo se prevendrían
también rebrotes de las viejas luchas ciánicas que caracterizaban a la
nobleza mallorquína y que ensangrentaron la Isla durante todo el siglo
XVII y en épocas anteriores
4.—Consecuencias. La formación de un grupo con tales características
tuvo indudablemente consecuencias para con el propio grupo y
para con los otros grupos sociales. En primer lugar, dejó aparte a otros
nobles que, curiosamente, se reagruparon a su vez en subgrupos endógamos1
2 provocándose así una discriminación patentizada dentro de la
propia clase noble y que todavía fue denunciada avanzado ya este siglo,
3 En segundo lugar, esa endogamia de grupo cerrado con base en
lo económico si bien pudo facilitar la acumulación de capital por un
escaso número de cognates (que a la vez monopolizaban la intervención
en la regiduría de la municipalidad) tuvo su contrapartida en el elevado
índice de pleitos que entre ellos mismos provocaban sucesiones a vínculos,
mayorazgos y fideicomisos,14 En tercer lugar, no olvidaremos la
influencia conceptual que de hecho tal formación ejerció sobre las clases
no aristocráticas, las cuales llegaron a colaborar en la creación de
una tradición falsa y rápidamente elaborada tendiente a ensalzar los
orí genes del grupo. Finalmente, cabe detenerse brevemente en consi-
1 1 La explicación del interés del gobierno en la formación del grupo buscando
un compromiso político que mediante el refuerzo de las relaciones familiares
entre las casas más representativas de maulets y botifleurs ahuyentase peligros
de revueltas tiene indudablemente su base. De hecho el Cardenal Despuig
escribió refiriéndose a la boda de su hermano con una joven del grupo de las
Non Cases: “Tratóse del casamiento de mi hermano con una joven parienta nuestra,
pero de una casa de las que menos intimidad teníamos pues desde las turbulencias
del principio de este siglo un modo de pensar totalmente opuesto había
dividido las dos familias…” Jaime Salva y Marqués de La Torre, Memorias Juveniles
del Cardenal Despuig,’ B.S.A.L. XXXIV (1973), p. 49.
1 2 Véase en los apéndices 1 y 4 esta curiosa estratificación.
1 3 José Ra mis de Ay reflor y Su re da, Comentarios sobre la discriminación
de la Nobleza Mallorquína, Palma, 1948.
1 4 O por pleitos de créditos dótales. Al respecto dice el Cardenal Despuig
que “la natural inclinación que la nobleza mallorquína tiene de casar entre sí es
causa de que enlazando de cada día más nuestras casas debilitan sus haciendas en
pleitos de créditos dótales”. Cfr. Jaime Salva y Marqués de La Torre, loe. cit.
388 AÍNA L E – S E N N E – P . D E M O N T A N ER
derar los resultados desde el punto de vista político. Si bien el favorecimiento
del incremento de las alianzas endógainas dio resultado (pues
se han mantenido prácticamente hasta la guerra del 36), ello no conllevó
una mayor unidad en las ideologías. No hubo, efectivamente, sublevación
Carolina; pero sí hubo enfrentamicnto entre bulistas y marrells
(que en cierto modo parecen secuelas de maulets y botifleurs) y, por
último, Carlos III habrá de reconocer que nuestra nobleza representaba
siempre un continuo peligro y en razón de ello abolirá la cofradía de San
Jorge.3 3 Y es que lo cierto era que por encima de las características
endogámicas de la aristocracia mallorquína existieron siempre intereses
cuya disparidad no efectaba a sus reglas de parentesco. En este sentido
se pronuncia el I Marqués de Vivot cuando aseguraba que “ahunque
han habido rencores.,, es cosa sabida que nuestra nobleza sigue emparentando
siendo más graucs [— constantes] los vínculos de una sangre
común que unas ideas”.16
APÉNDICE I
LAS NOU CASES Y LOS OTROS GRUPOS NOBLES; Circa 1740
Archivo de la casa Vivot, Misceláneas Sureda, Papeles de las Nueve
Casas (3709).
Primera clase y orden de su posición vulgarmente llamadas las 9
casas las cuales solo mezclan entre sí y se reducen a las familias siguientes:
Dn. Tomas Zaforteza y Oleza, de la Orden de Alcántara, Marques del
Verger de Vinagrella por el Archiduque.
Dn. Raymundo de Veri y Zaforteza.
Dn. Tomas de Veri y Zaforteza.
Dn. Nicolás de Veri y Sureda de Sant Martí.
Dn. Pedro de Veri y Sureda de Sant Martí.
Dn. Juan Sureda y Villalonga, Marques de Vivot, de la Orden de Alcantara.
1 5 Desde luego, la nobleza mallorquína, oficial o privadamente colegiada,
llegó a representar una amenaza contra la institución “forastera” de la Audiencia
borbónica. Al respeto puede consultarse: Isabel Molí Blanes, La economía y la sociedad
en Mallorca durante la segunda mitad del siglo XVIU: la Sociedad Ecortónima
de Amigos del País. Tesis de Doctorado, Madrid, 1975, p, 79; y P. de Mon¬
taner Alonso, thes. cit., p. 259.
1 6 Cfr. P. de Montaner Alonso, thes cit,, p. 251.
INTRODUCCIÓN AL ESTUDIO DE “SES NOU CASES’ 389
Dn. Salvador Sureda de Sant Marti y Cotoner, Señor de Villafranca de
Sant Martí.
Dn. Gabriel de Berga y Zaforteza, Barón de Bañalbufar, de la Orden
de Calatrava y con gracia del Marques de Alfabia.*
Dn. Francisco Cotoner y Lupia, Marqués de Ariany.
Dn. Francisco Cotoner y Salas,
Dn. Juan de Salas y Berga.
Dn. Antonio de Salas y Berga.
Dn. Antonio Dameto y Togores.
Dn. Antonio Dameto y Dameto, Marqués de Bellpulg.
Dn. Jaime de Togores y Salas, Conde de Ayamans y Barón de Llozeta.
Dn. Antonio de Togores y Salas.
Parientes de la antedicha primera clase.
Dn. Ray mundo Despuig y Cotoner, Conde de Montenegro, y de Montero,
de la Orden de Calatrava.
Dn. Jose de Boxadors y Sureda de Sant Martí.
Dn. Raimundo Despuig y Fortuny.
Dn. Ray mundo Fortuny y Guai Térmens.
Deudos y pretendientes de la antedicha primera clase.
Dn. Francisco Desbrull y Sureda Valero.
Dn. Agustín Sureda Valero y Fortuny, de la Orden de Alcantara.
Dn. Fernando Truyols y Guai, Marques de la Torre.
Dn. Ignacio Ferrandell y Veri.
Dn. Francisco de Montaner y Dameto, Marques del Reguer, de la Orden
de Calatrava.
Dn. Pedro Net y Ferrandell.
Segunda clase y orden de su posición que también tiene parentesco
entre si y con algunos de la primera.
Dn. Juan Antonio Fuster Guai (Sic, por Fuster y Nadal)
Dn. Gaspar de Víllalonga y Puigdorfila,
Dn. Jaime Brondo y Julia, de la Orden de Calatrava.
Dn. Jorge de Puigdorfila y Víllalonga, de la Orden de Sn. Juan.
Dn. Juan de Burdils y Truyols, de la Orden de Calatrava.
Dn. Antonio Serralta Sureda Valero.
Dn. Baltasar Serra y Brondo.
Dn. Jorge Dameto y Vallespír.
° Título solicitado pero no concedido.
v
39(1 AINA LE-SENNE – P. DE MONTANER
Parientes de la referida segunda clase que tienen la misma suposición.
Dn. Gregorio Guai y Pueyo, Teniente General de los Rs. Egers.
Dn. Nicolas de Pueyo y Rosiñol, Marques de Campofranco, y de la Orden
de Calatrava.
Dn. Antonio Dameto y Pueyo, de la Orden de Sn. Juan.
Dn. Baltasar Rosiñol y Dameto.
Dn. Antonio Boneo y Morales, de la Orden de Santiago, casado con D.ft
Catalina Brondo.
Dn. Mateo Zanglada y Julia.
Dn. Bartolome Desclapez y Fuster.
Dn. Juan Fuster y Zaforteza, de la Orden de Sn. Juan.
Dn. Gaspar Du re ta y Mut.
Dn. Joaquín Santandreu y Rosiñol.
Dn. Ramón de Villalonga y Rosiñol.
Dn. Francisco de Armengol y Dureta.
Dn. Francisco de Villalonga Valles.
Dn. Marcos Valles y Berga.
Dn. Pedro Juan Morell de Pastoritx Valles.
Dn, Jaime Juan de Cornelias y Villalonga.
Dn. Antonio Moragues y Custurer.
Dn. Geronimo de Alemany y Moragues.
Dn. Ramon Guells y Mir.
Tercera clase que también emparentan entre si.
Dn. Jorge Dezcallar y Fuster,
Dn. Salvador de Oleza y Dezcallar, Baron de Sa . Maria, y con gracia
de Marqués.*
Dn. Joaquín Doms y Berard.
Dn. Francisco de Berard y Villalonga.
Dn. Francisco de Berard y Cavalleria.
Dn. Miguel Juan Dezcallar y Dezcallar.
Dn. Pedro Dezcallar y Dameto.
Dn, Juan de Torrella y Puig.
Dn. Geronimo Garau y Puig.
* Título solicitado pero no concedido.
Dn. Francisco Puig y Brondo.
Dn. Marcos Antonio Net y Montaner.
Dn. Eliseo Belloto y Morell.
Dn. Ramon Cavalleria y Suau.
Título solicitado pero no concedido.
LMTRODUCCIÓN AL ESTUDIO DE “SES NOU CASES” 391
Dn. Francisco Orlandis y Cisternas.
Dn. Mateo And reu y Orlandis.
Dn. Diego Costa y Arnau.
APÉNDICE II
SOBRE CONTRATOS MATRIMONIALES ENTRE LAS CASAS DE VERI Y
VIVOT. ARCHIVO DE CASA VIVOT, Pleytos con la Casa Veri, 8 f.° 7.
“…se hizo cierto recíproco matrimonio, con mutua constitución,
permutación, o compensación de dote, en las casas del dicho Marqués de
Vivot, y de Dn. Raymundo de Veri, casando el referido Dn. Juan primogénito
de este, Dn. Nicolás de Veri, con D.a Madalena Sureda hija mayor
del Márquez, costituhiendo mutuamente la dote de quinze mil librase.)
que ambos suegros dieron por recibidas.”
APÉNDICE III
LAS NOU CASES SEGÚN D. BUENAVENTURA SERRA
BUENAVENTURA SERRA Y FESRAGUT, Recreaciones Eruditas, XIV, p. 238
con ligeras variantes, la reproducen JOAQUIM M.a BOVER, Misceláneas,
ít.° 14-3. TV. 1861; Biblioteca March Servera); LLUIS DE VILAFRANCA, Mis¬
celáneas (T.° TV, p. 111; Biblioteca Vivot) y PASCUAL, Misceláneas, (t.° TV,
p. 611; Archivo del Reino de Mallorca).
1.a . Sureda (marqueses de Villafranca y de Vivot)
2.a Dameto (D. Antonio Dameto y marqués de Bellpuig)
4 . a Togores (conde le Ayamans y D. Ant° Togores)
3.a Cotoner (Marqués de Ariany)
5.a Salas (D, Ant,° Salas)
6.a Veri